miércoles, 14 de octubre de 2009

LOS MAESTROS DE LA REVOLUCIÒN (1910-1919)
(ALBERTO ARNAUT)

Hablar del proceso que tuvo la revolución implicaría una infinidad de situaciones favorables y desfavorables. En este caso se hará énfasis a la situación que vivió la educación en esta época. Pues en este proceso de la historia se da interrupción al proyecto educativo porfiriano, particularmente a lo que se refiere a la centralización de la enseñanza primaria y a los esfuerzos que pretendían homogenizar al magisterio mediante la unificación de los planes de estudio en la enseñanza de la normal.
La participación de los maestros durante este movimiento armado fue también muy diversa: al igual que el resto de los empleados públicos, pues algunos continuaron desempeñando sus funciones, mientras que algunos fueron víctimas de la política y sufrieron por los retrasos de sus salario o definitivamente cesados por el hecho de haber colaborado con el enemigo; unos cuantos participaron con alguna de las facciones o grupos revolucionarios como ideólogos, escribanos, secretarios, y consejeros de los jefes, organizadores y dirigentes de campesinos y obreros.
Al principio de esta época el cambio más notable fue la interrupción del antiguo proyecto para federalizar la enseñanza primaria. Que pretendía construir un sistema nacional de educación primaria, al mismo tiempo que buscaban reorganizar las escuelas normales. También se intento orientar la enseñanza normal, como los planes y programas de estudio, ya que algunos buscaban centrar una educación más comprometida con el pueblo y la revolución, mientras que algunos otros hacia el campo a las actividades agrícolas e industrial. En este periodo de lucha también hubo cambios de continuidad y cambios en la profesión docente; en cuanto a su estratificación hubo profesores titulados normalistas y no normalistas; profesores titulados por los gobiernos de los estados y por los ayuntamientos y profesores sin títulos.
A ciencia cierta es difícil saber en qué cantidad los maestros lograron participar en la revolución, a pesar que era un grupo más numerosos que los profesionistas. Esto sucedió porque muchos se preocupaban mas por querer seguir trabajando o incluso se mudaban a los lugares donde no llego la revolución o fue más tarde.
Los normalistas se vieron en una gran lucha con los profesionistas, ya que querían ser distintos y al mismo tiempo estar al mismo status que los universitarios, es decir; los normalistas querían desplazar a los profesionistas de las oficinas de instrucciones públicas y de las cátedras de las escuelas normales. Situación que molesto a todos los que tenían una profesión, porque como quien dice que ellos identificaban a los normalistas como personas que a lo único que podían ascender era a el servicio público o que es lo mismo dedicarse a dar clases en una escuela primaria y sobre todo el punto que mas fue disputado de quienes serian los encargados de la educación media superior ¿los maestros normalistas o los profesionalitas?. Realmente a lo que se fueron enfrentando es dar a conocer las diferencias a cada uno de los grupos y así fue como a los normalistas los identificaron como un profesionista dedicado a trabajar para el estado, por la creciente intervención estatal para garantizar el cumplimiento de la instrucción primaria obligatoria, mientras que los profesionistas libres que podían o no ingresar al servicio público.
A todo esto la revolución provoco una mayor inestabilidad en las condiciones de trabajo: en el empleo, en el regular pago de los sueldos de los maestros, en la politización de reclutamiento y en la movilidad del magisterio en el servicio.
Hoy en día podemos encontrar la situación del maestro normalista no tan distinto que en la época de la revolución, ya que se sigue tomando como una profesión prácticamente centrada en la educación básica, mientras que los que se encargan de la enseñanza de la educación media superior y universidades, situación que se ha cuestionado demasiado. Ya que esta situación se da más por la falta de empleo que se vive en nuestro país, es así que optan por el trabajo docente. La aplicación, que de los cambios que se le han atribuido a los programas manejados en la educación que se recibe en la normal se han reformado supuestamente para tener un mejor rendimiento de la profesión.
Uno de los logros que dieron durante la revolución fue que abrió al magisterio mayor participación para arribar a posiciones políticas que prácticamente tenían vedadas hasta 1910; por ejemplo el acceso a los puestos gubernamentales y de representación popular.

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